Creo que todos conocemos desde hace tiempo la receta de esta fabulosa tarta mágica.
Su nombre original es Prăjitură deşteaptă o pastel inteligente rumano. ¡Es una tarta sorprendente!
Los ingredientes se separan en el horno como por arte de magia y el resultado es una esponjosa capa de bizcocho arriba y debajo una deliciosa crema que se asemeja al flan o a la crema pastelera. Y todo sin tener que hacer nada especial para que esto suceda más que meter el molde en el horno.
Para los que todavía no conocéis este pastel, decir que es muy fácil de hacer (solo necesitamos una batidora de varillas) y que lleva unos ingredientes sencillos que todos tenemos en casa.
La receta de este pastel inteligente se ha publicado en infinidad de blogs de todo el mundo y creo que quien más o quien menos ya ha probado a preparar en su casa la versión de vainilla o chocolate, pero hoy os traigo una variante distinta que encontré en un blog francés y que a mí personalmente me encanta porque es la versión especiada... por si aún no te has dado cuenta ¡adoro las especias para aromatizar cualquier preparado de repostería!
Te invito a probarlo porque no te va a decepcionar.
Tarta mágica de pan de especias
Receta del blog Chic, chic, chococolat
Ingredientes:
- 4 huevos L a temperatura ambiente
- 100 g de azúcar moreno
- 1 cucharada sopera de agua
- 125 g de mantequilla
- 80 g de harina de trigo
- 35 g de fécula de maíz (Maicena) o fécula de patata
- 1 cucharadita de especias (mezcla para pan de jengibre, speculoos, etc. Ver Notas)
- 500 ml de leche entera
- 50 g de miel de flores
- 1 pizca de sal
- Unas gotas de zumo de limón o vinagre de manzana (opcional)
Preparación:
Derretir la mantequilla en el microondas y dejar que entibie.
Calentar el medio litro de leche junto con la miel solo hasta que ésta se disuelva, no debe calentarse demasiado.
Precalentar el horno a 150ºC, arriba y abajo, sin aire.
Tamizar los dos tipos de harina junto con las especias y la pizca de sal. Reservar.
Precalentar el horno a 150ºC, arriba y abajo, sin aire.
Tamizar los dos tipos de harina junto con las especias y la pizca de sal. Reservar.
Separar las claras de huevo de las yemas y disponer en dos boles.
Poner las yemas en un bol más grande porque al final toda la masa se termina de hacer en él. En mi caso las puse en el bol de la amasadora.
Añadir al bol con las yemas, el azúcar moreno y la cucharada de agua. Batir con el accesorio de varillas hasta que las yemas blanqueen.
Añadir la mantequilla derretida y seguir batiendo. Incorporar la mezcla de harina y especias poco a poco y continuar batiendo hasta integrar. Verter progresivamente la leche con miel tibia, batiendo a velocidad baja.
Reservar esta preparación.
En otro bol batir las claras a punto de nieve fuerte junto con unas gotas de limón o vinagre de manzana, que nos servirá de estabilizante.
El truco para que las claras queden bien firmes y estables es comenzar batiendo a baja velocidad e ir subiendo progresivamente a medida que las claras van montando.
Una vez que las claras están listas, incorporar sobre la mezcla de yemas, harina y leche poco a poco, con movimientos envolventes y ayudándose de una espátula de silicona. La masa resultante es muy líquida.
Engrasar un molde pequeño con mantequilla o spray desmoldante. Para esta receta es ideal un molde de 22x22 cm. que tenga al menos 5 o 6 cm. de alto.
Verter la preparación en el molde y meter en el horno durante 50 min. o hasta que la superficie del pastel esté firme al tacto y se haya dorado.
A veces durante el horneado el pastel se hincha mucho y parece que vaya a desbordar el molde pero nunca sucede. Baja al salir del horno. Si ves que se dora mucho la superficie, a partir de los primeros 20 min. puedes abrir el horno y poner sobre el molde una hoja de papel de aluminio para evitar que se queme.
Una vez horneado enfriar sobre una rejilla sin sacar del molde durante un par de horas. Meter después en el frigorífico tapado con film transparente o papel de aluminio.
Está mejor si se prepara de un día para otro.
Servir cortado en porciones y espolvoreado de azúcar glas.
Poner las yemas en un bol más grande porque al final toda la masa se termina de hacer en él. En mi caso las puse en el bol de la amasadora.
Añadir al bol con las yemas, el azúcar moreno y la cucharada de agua. Batir con el accesorio de varillas hasta que las yemas blanqueen.
Añadir la mantequilla derretida y seguir batiendo. Incorporar la mezcla de harina y especias poco a poco y continuar batiendo hasta integrar. Verter progresivamente la leche con miel tibia, batiendo a velocidad baja.
Reservar esta preparación.
En otro bol batir las claras a punto de nieve fuerte junto con unas gotas de limón o vinagre de manzana, que nos servirá de estabilizante.
El truco para que las claras queden bien firmes y estables es comenzar batiendo a baja velocidad e ir subiendo progresivamente a medida que las claras van montando.
Una vez que las claras están listas, incorporar sobre la mezcla de yemas, harina y leche poco a poco, con movimientos envolventes y ayudándose de una espátula de silicona. La masa resultante es muy líquida.
Engrasar un molde pequeño con mantequilla o spray desmoldante. Para esta receta es ideal un molde de 22x22 cm. que tenga al menos 5 o 6 cm. de alto.
Verter la preparación en el molde y meter en el horno durante 50 min. o hasta que la superficie del pastel esté firme al tacto y se haya dorado.
A veces durante el horneado el pastel se hincha mucho y parece que vaya a desbordar el molde pero nunca sucede. Baja al salir del horno. Si ves que se dora mucho la superficie, a partir de los primeros 20 min. puedes abrir el horno y poner sobre el molde una hoja de papel de aluminio para evitar que se queme.
Una vez horneado enfriar sobre una rejilla sin sacar del molde durante un par de horas. Meter después en el frigorífico tapado con film transparente o papel de aluminio.
Está mejor si se prepara de un día para otro.
Servir cortado en porciones y espolvoreado de azúcar glas.
Notas y consejos:
- Ésta es la mezcla de especias que uso para hacer el pan de jengibre, las galletas speculoos, los bizcochos de zanahoria o calabaza y por supuesto esta variante del pastel inteligente: canela (8 partes), nuez moscada (2), clavo molido (2), jengibre en polvo (1), cardamomo molido (1) y pimienta blanca (1). Puedes variar las proporciones de esta mezcla a tu gusto y suprimir o añadir las especias que desees.
- En esta ocasión he triturado el azúcar moreno en la picadora para que el resultado del pastel fuera más fino y se disolviera antes con las yemas, pero puedes usarlo tal cual.
- Puedes usar leche semidesnatada en esta receta, pero el resultado no será tan rico como con la leche entera. De hecho en las recetas que llevan leche, suelo usarla entera porque se nota la diferencia.
- Puedes hacer esta receta con 115g de harina de trigo si no tienes en casa Maicena, pero el bizcocho saldrá menos alto y esponjoso.
- Insisto, la masa de este pastel es muy, muy líquida, así que no te asustes ni pienses que has hecho algo mal.
- El truco para que la capa de bizcocho sea alta consiste en la mezcla de harinas y en el buen montado de las claras. También es importante no mezclar demasiado cuando incorpores las claras montadas a la masa de leche, yemas y harina. Si quedan algunos "grumos" blancos de clara en la superficie de la preparación saldrá mejor que si lo mezclas demasiado.
- Si haces este pastel en un molde más grande saldrá mucho más fino y no conseguirás el resultado que buscas. En ese caso dobla la receta.
- Yo he usado un molde rectangular metálico de 18x28 cm. que suelo utilizar para hacer brownies. También puedes usar un molde de silicona o de cristal.
- Este pastel no se suele desmoldar, pero si quieres hacerlo espera a que esté bien frío (mejor tenerlo en la nevera de un día para otro). Vuelca el pastel sobre un plato o fuente y de nuevo vuelve a volcar en la bandeja que lo quieras presentar para que la capa de crema quede abajo. Yo lo he desmoldado sin dificultad.
Si lo hacéis en casa espero que os guste tanto como a lo míos, ya me contaréis!