Tarta Minnie Mouse
Carla, la hija de mi prima Patricia, cumple un añito y mi regalo para su fiesta ha sido esta tarta de Minnie Mouse. Es una tarta decorada con fondant, la primera que hago de dos pisos y no se cayó! jajaja
Estoy emocionada...
La tarta iba montada sobre una base cuadrada de 30 cm que forré con papel de seda negro y celofán.
Hice varios bizcochos de vainilla con "buttermilk", un bizcocho sabroso, jugoso y muy adecuado para este tipo de tartas. Usé dos moldes de 22 cm para el piso de abajo y un molde redondo de 15 cm para el piso de arriba. Para asegurar la tarta, puse pilares en el piso de abajo y como no tenía espigas de madera, usé unos palillos de comer japoneses que son igual de resistentes. Aunque el piso de arriba no era muy grande me obsesionaba que la tarta no fuera inestable porque había que llevarla en coche y quería que aguantara bien el peso del bizcocho y la decoración. Usé glasa real para fijar los pilares al piso de arriba, como aconseja ESTE fantástico tutorial que he estado consultando estos días.
La tarta iba rellena de ganaché de chocolate y mermelada de frambuesa, una combinación que a mí personalmente me encanta. Como el bizcocho es tan jugoso, no precisa ser calado con almíbar y eso también favorece que la tarta no resulte excesivamente dulce. Ya sabéis que en España tenemos el paladar poco acostumbrado a este tipo de pasteles y aunque a todo el mundo le gusten por su vistosidad, la verdad es que todos acabamos apartando el fondant en el plato.
La tarta va cubierta con fondant Sodifer (que es muy rico y además super elástico, no se cuartea nada) y lo compré previamente coloreado en fucsia, negro y blanco.
Es la primera vez que hago decoraciones con pasta de goma. Tanto los lazos como las orejas de Minnie, están hechas con 3 días de antelación para que se endurecieran bien antes de colocarlas sobre la tarta. La pasta de goma la he hecho añadiendo simplemente un poquito de CMC al fondant. Esperas un ratito y cambia la textura completamente. Así se consigue una pasta de modelar más elástica que el fondant y que endurece antes. Las orejas llevan unos palitos para clavarlas en la tarta y mantenerlas bien sujetas.
Qué miedo me daba transportarla! Pero por suerte no me ocurrió ninguna catástrofe y llegó sana y salva a su destino.
La gran adquisición que he hecho esta vez, es un estante giratorio. Lo quería hace tiempo pero todos los que veía en tiendas de repostería me parecían un poco caros... hasta que encontré ESTE en Ikea y no dudé en comprarlo. Va genial! Es una ayuda impresionante para decorar las tartas y aplicar tanto el relleno como la cubierta.
El diseño de esta tarta lo encontré gracias a Google, que es una fuente de inspiración inagotable. Concretamente en la web Cake Central. Creo que la mía no está tan lograda como la que me inspiró, pero estoy muy contenta con el resultado, a todos les encantó... y lo mejor es que además estaba buenísima!
Feliz Cumpleaños Carla!
Primera Comunión
Estas galletas son un regalo de Primera Comunión para unas hermanitas que comulgan juntas. Mi amiga Amelia me las pidió para que su hija tuviera un detallito con las niñas de su jefa... ya sabéis que no vendo mis galletas, pero a veces si una amiga o algún familiar me las pide me cuesta mucho decir que no y finalmente acepto y las hago.
"Son dos niñas rubitas" me dijo Amelia, y en cuanto me las pidió me puse a diseñar unas etiquetas para colgar en las bolsitas de las galletas.
En la foto anterior, podéis ver junto a las galletas de las niñas de Comunión, la etiqueta impresa y recortada con una troqueladora redonda con ondas. Es mi favorita para recortar las etiquetas!
El dibujo está hecho con el programa Corel Draw y después añadí detalles como los colorestes de la niña, el fondo y el texto en Photoshop. Una vez que tuve el diseño terminado, y como no tengo ningún cortador de niña de comunión, decidí imprimir el dibujo en cartulina durita con la medida que quería para las galletas, lo recorté y me sirvió perfectamente como plantilla para recortar la masa y "galletizar" mi dibujo.
La verdad es que he quedado muy contenta con las galletas de niña de comunión pese a que ninguna es igual a la otra... creo que podría jugar con ellas a buscar las 7 diferencias perfectamente! jajaja
He hecho además de las niñas de comunión, algunos vestidos (siguiendo el diseño de la etiqueta de mi dibujo), cálices, palomas y libros... esos típicos libros que nos regalaban antes para poner las fotos y los recordatorios... ¿se regalan esos libritos aún?
Las galletas llevan como toque final algunos detalles en dorado pintados con pincel y luster dust. En el libro además he hecho el dibujo de la paloma con un stencil que compré hace tiempo y creo que es ideal para esa galleta en particular.
Creo que estas galletas una vez embolsadas, con sus etiquetas a juego y sus lacitos blancos van a ser un bonito detalle de Comunión y espero que las niñas pasen un día perfecto!
Cupcakes de plátano y nueces con SMBC de dulce de leche
Hice estos cupcakes para el día de la madre y me he decidido a publicar la receta porque son absolutamente deliciosos. Los hice el sábado por la tarde y las fotos están tomadas por la noche, así que ya perdonaréis la calidad de las imágenes, pero creo que vale la pena compartir esta receta por si tenéis por delante alguna ocasión especial y queréis conquistar a todos vuestros comensales.
La receta original es del libro de Patricia Arribálzaga y sé que a estas alturas la habrán compartido en la red un montón de blogueros y blogueras, pero me imagino que todos habremos tenido un experiencia diferente con esta receta y de alguna forma habremos añadido nuestras pequeñas variaciones con respecto a la original como ha sido mi caso.
De todas las maravillas que contiene el libro, decidí probar a hacer la receta titulada "La reina de la plata" con la que Patricia le hace un homenaje a la ciudad de Buenos Aires y a un postre típico argentino: banana con dulce de leche. Esos son los dos ingredientes que le dan su sabor tan especial a estos cupcakes.
Pero como ya dije antes, he incorporado ciertas variaciones a la receta del libro. No porque crea que la mejoran en absoluto, sino porque tenía otros ingredientes más a mano (no usé bananas, sino plátanos canarios) e incorporé la crema suiza para cubrirlos porque era más de nuestro gusto.
Cupcakes de plátano y nueces
Receta extraída del libro Cupcakes, Cookies & Macarons de Alta Costura de Patricia Arribálzaga
- 100 g de azúcar
- 100 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 2 huevos M a temperatura ambiente
- 240 g de harina
- 2 tsp de levadura
- ¼ tsp de bicarbonato
- ¼ tsp de sal fina
- 2 plátanos triturados
- zumo de 1 limón
- 30 g de leche
- 40 g de nueces molidas
Batir el azúcar con la mantequilla en el bol de la amasadora con el accesorio de la pala plana hasta que forme una crema. Mientras, tamizar la harina junto con la sal, el bicarbonato y la levadura.
Triturar en una picadora o robot de cocina las nueces y añadir a los ingredientes secos, reservar.
Separar las yemas de los huevos de las claras y reservar estas últimas.
Añadir las yemas a la mezcla de mantequilla y azúcar y batir hasta integrar. Mientras tanto triturar o licuar los plátanos y mezclarlos con la leche y el zumo de limón.
Incorporar al bol de la batidora poco a poco la mezcla de harina y la mezcla de plátano alternando ambas, empezando con la harina. Reservar esta preparación.
Encender el horno a 180º C sin ventilador. Preparar un molde para 12 cupcakes con sus cápsulas.
En el bol de la batidora y con el accesorio de las varillas, montar un merengue firme con las claras de huevo que separamos antes.
Incorporar a la preparación con movimientos suaves anterior ayudándonos de una espátula.
Llenar las cápsulas a ¾ de su capacidad y hornear unos 20 minutos.
Cuando los cupcakes estén horneados, pincelar ligeramente con mermelada de albaricoque que habremos calentado un poco o con un almíbar de plátano si se desea. Esto sirve para retener en el cupcake la humedad y ayuda a conservarlos mejor.
Dejar enfriar los cupcakes sobre una rejilla mientras preparamos la crema.
La cubierta original de estos cupcakes era una crema espumosa de merengue italiano con dulce de leche, y entre los ingredientes llevaba queso crema... en cuanto mi marido escucha queso crema en cualquier receta de cupcakes ya no quiere ni probarlos! ¿No es "pa'matarlo" con lo bueno que está el Philadelphia?
Por eso al final la cambié por un SMBC* de dulce de leche, que por cierto estaba para morirse.
*SMBC: Swiss Meringue ButterCream, o lo que es lo mismo, crema de merengue suizo y mantequilla
SMBC de dulce de leche
Crema suiza de mantequilla de dulce de leche
- 150 g de claras pasteurizadas
- 250 g de azúcar
- 350 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- ½ tsp de crémor tártaro
- Dulce de leche al gusto (yo, dos cucharadas soperas colmadas)
Sacar la mantequilla de la nevera y cortarla en daditos, reservar.
Poner al baño maría un pucherito con las claras de huevo pasteurizadas y el azúcar. Hay que conseguir que con el calor se disuelvan los cristales de azúcar por completo, para ello moveremos la mezcla constantemente con un batidor de varillas hasta que esté listo. Esto suele ocurrir cuando la preparación alcanza unos 55º C, pero si no tenéis termómetro de cocina como es mi caso, no os quedará más remedio que tocar con los dedos la mezcla de vez en cuando y retirarlo del fuego en cuanto notéis que el azúcar se ha disuelto completamente.
Una vez que está listo, podemos poner el pucherito en la nevera hasta que se atempere o bien volcarlo directamente en el bol de la batidora y empezar a batir con el accesorio de varillas.
Debe batirse de entre 15 a 20 minutos a velocidad máxima, hasta conseguir que el merengue monte firme.
Cuando se haya montado del todo, añadir el crémor tártaro y continuar batiendo hasta que se mezcle bien.
Parar la máquina y cambiar el accesorio de varillas por la pala plana. Si continuáramos batiendo con las varillas se cortaría la crema. Poner ahora la máquina a velocidad mínima e ir añadiendo uno a uno los daditos de mantequilla, que ya estará a temperatura ambiente. Cuando la preparación adquiera la consistencia de unos huevos revueltos, sabremos que está perfecta.
Añadir ahora poco a poco el dulce de leche y seguir batiendo a velocidad mínima.
La crema adquiere una textura, un color y un brillo preciosos y no hablemos de la firmeza, es fantástica!
Yo prefiero siempre una crema suiza al típico buttercream porque no es tan dulce ni empalagosa, no se nota nada los granitos del azúcar porque los hemos disuelto previamente, no se usa icing sugar o azúcar glas (que a veces es difícil de conseguir salvo que vivas en Madrid o Barcelona) y nadie diría que llevara mantequilla! Además puedes darle el sabor que quieras con frutas, esencias, cacao, chocolate blanco... o dulce de leche como en este caso.
Cuando está terminada la crema, pasar a una manga pastelera a la que habremos puesto una boquilla de estrella grande (yo usé la 1M de Wilton) y empezar a decorar los cupcakes que ya se habrán enfriado del todo. He añadido a la decoración unas mariposas de fondant color rosa, adornadas con purpurina comestible plateada y un toque perlado.
Os recomiendo probar esta receta porque aunque es un poco laboriosa, el resultado es sensacional.
Feliz Día de la Madre!
Hoy tenemos comida familiar para celebrar el Día de la Madre!
Siempre que tenemos reunión últimamente yo me ocupo de llevar el postre. Me encanta sorprender a mi familia con algún dulce especial, como los cupcakes que les voy a llevar hoy y que quiero publicar en cuanto edite las fotos. Como los he hecho la tarde del sábado y las fotos están hechas por la noche, no sé como quedarán...
Pero especialmente para regalar a mi madre he preparado estas galletas.
Ella es una fan incondicional de todo lo que hago y sé que le van a gustar mucho porque además le encantan los juegos de café. Una cosa que no puede evitar es comprar tazas y tazones de todo tipo, es una especie de afición/compulsión que tiene.
Las galletas están decoradas con glasa real, y he usado la técnica del húmedo sobre húmedo (wet on wet) simulando rosas en esta ocasión. Creo que definitivamente es mi técnica favorita!
La idea original era usar los colores de la porcelana pintada en azul, pero creo que los tonos no están muy conseguidos. Hay gente que tiene problemas con el colorante negro o el rojo especialmente. Yo en cambio siempre me peleo con el azul! Rara vez consigo el tono que pretendo.
Para terminar la decoración una vez que las galletas estuvieron secas, he pintado sobre ellas con un pincel fino, mojado en luster dust dorado mezclado con vodka.
Os dejo un par de fotos más con la tetera y una de las tazas.
Felicidades a todas las mamás!
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