Cuando creía que lo había visto todo en el mundo de la repostería, de pronto aparece un nuevo utensilio que me sorprende y como de costumbre necesito hacerme con él de forma imperiosa.
Son la nueva moda para decorar tartas y cupcakes con bonitas flores: las boquillas rusas.
Si todavía no las conocías entiendo que te sorprenda ver los resultados por primera vez como me sucedió a mí. Estas boquillas como por arte de magia y sin apenas esfuerzo te permiten decorar cualquier bizcocho o magdalena como un hermoso jardín, aunque no tengas demasiada pericia con la manga pastelera.
Qué maravilla hacer flores de buttercream o glasa en un solo movimiento de manga. Además mezclando crema de varios colores quedan realmente preciosas. Yo compré mis boquillas en María Lunarillos, y me imagino que estando tan de moda podrás encontrarlas en muchas más tiendas de repostería.
Me hice con este set de 6 boquillas la semana pasada (las recibí en menos de 24 horas) y no he tardado nada en estrenarlas. He probado tan solo 3 de ellas y no puedo estar más satisfecha con el resultado. Las hojas están realizadas con la boquilla nº 352 de Wilton.
Puedes ver en las siguientes imágenes la boquilla con la que he decorado cada cupcake y su resultado:
Cupcakes de vainilla con rosas de SMBC de frambuesa |
Cupcakes de vainilla con flores de SMBC de fruta de la pasión |
Cupcakes de vainilla con flores de SMBC de mora |
Los cupcakes en esta ocasión son de vainilla (receta del blog Postreadicción) y la decoración está hecha con una crema de merengue suizo, mi favorita porque las buttercream de mantequilla nunca terminaron de gustarme. A cada uno de los cupcakes le he dado un sabor diferente con pastas de frutas de Homechef, que a la vez que dan un sabor delicioso también colorean la crema.
A continuación te dejo la receta.
Cupcakes de vainilla y crema de merengue suizo
Ingredientes:
Para los cupcakes:
Preparación:Para los cupcakes:
- 125 ml de leche tibia
- ½ cucharadita de zumo de limón
- 190 gr de harina
- 5 gr levadura Royal
- ½ cucharadita de sal
- 2 huevos, a temperatura ambiente
- 150 gr azúcar
- 1 ½ cucharaditas de esencia de vainilla
- 125 ml aceite de girasol
- 100 gr claras pasteurizadas
- 200 gr azúcar
- 300 gr mantequilla, a temperatura ambiente
- Frutas en pasta Homechef
Preparar un molde de cupcakes con las cápsulas de papel. Precalentar el horno a 155ºC.
Poner la leche en una taza con la ½ cucharadita de zumo de limón y dejar reposar 5 minutos antes de utilizar. De este modo conseguiremos el famoso buttermilk que aporta tanta "jugosidad" a los bizcochos.
Tamizar en un bol la harina junto con la levadura y la sal. En otro cuenco batir los huevos durante unos segundos e incorporar después el azúcar. Batir con una varilla de mano hasta que se integren bien el azúcar con los huevos. Añadir la vainilla y el aceite y mezclar hasta integrar.
Incorporar la harina y la mezcla de leche a la masa alternativamente: primero la mitad de la harina y batimos, luego la mitad de la mezcla de leche y batimos. Luego el resto de harina y el resto de leche. Mezclar lo justo hasta integrar.
Repartir la masa en las cápsulas de las magdalenas, y meter el molde en el horno.
Hornear durante 25-30 minutos. Dejar enfriar en una rejilla.
Para hacer la crema de merengue suizo (SMBC), poner al baño María las claras pasteurizadas con el azúcar y calentar sin parar de remover, hasta que el azúcar se haya disuelto. Si tocamos la mezcla con los dedos no hemos de notar el granillo del azúcar, entonces sabemos que está listo. El azúcar se suele disolver a unos 65ºC si quieres ayudarte de un termómetro. Preparar la mantequilla (que debe estar a temperatura ambiente) cortada en dados y reservar.
Poner la mezcla de claras y azúcar ya disuelto en el bol de la amasadora y batir a velocidad media-alta con el accesorio de varillas. Batir hasta que se forme un merengue liso y brillante. Suele tardar alrededor de 30 minutos aprox. dependiendo de cada máquina.
Cambiar las varillas por la pala plana e ir incorporando sin parar de batir, a velocidad media, los dados de mantequilla de uno en uno. No añadir el siguiente hasta que el anterior se haya disuelto.
La crema parecerá por momentos que se ha cortado, pero si sigues batiendo verás como se va transformando en una crema lisa y suave.
Para darle sabor, al finalizar añade lo que desees: esencia de vainilla o almendra, lemoncurd, pastas de frutas o puré de fruta natural, café, chocolate, etc.
En mi caso dividí la crema en 4 partes: 3 más grandes para hacer las flores y una cuarta más pequeña para las hojas.
Teñí de verde la parte reservada para las hojas y al resto de las partes les añadí pastas de frutas (frambuesa, mora y fruta de la pasión)
Para las rosas de frambuesa no di sabor a toda la crema, solo a una parte para que las flores fueran bicolores metiendo en el centro de la manga pastelera la crema de sabor y la crema lisa y blanca en los laterales.
Hice lo mismo con las flores amarillas, va en el centro la crema de fruta de la pasión y alrededor la crema sin color. Además en esa manga manché las paredes por dentro con un poco de colorante amarillo para que tuvieran más matices.
En la manga de las flores de mora, puse un poco de colorante azul en las paredes también.
Unos cupcakes deliciosos, fáciles de decorar y muy bonitos para la primavera que "se supone" que está cerca.
Adoro mi nueva compra y presiento que le voy a sacar mucho rendimiento.