¡Viva los Novios!

No hace muchos días, mi prima Patricia me llamó por teléfono para anunciarme su boda el próximo día 18 de Junio con su novio Hector.
En mi cabeza, inmediatamente: ¿y si le hago unas galletas...?

Me pareció un bonito detalle prepararle una hornada y regalársela el día que quedáramos para darnos las invitaciones.

Reconozco que cualquier excusa es buena para hacer galletas decoradas, pero si además tienes una idea clara de lo que quieres hacer y un motivo tan bonito como es una boda, entonces ya es una maravilla!

Yo admiro a mucha gente en esto de la decoración de galletas, pero si hay una “galletera” que me inspira y a la que trato de imitar descarada y continuamente, esa es Maryann The Cookie Artisan.

Sus diseños y colores inspiran a cualquiera y entre las muchas y preciosas creaciones que puedes ver en su album de Flickr, hay una bandeja de galletas decoradas para una fiesta de anuncio de compromiso que en cuanto ví deseaba hacer.

Dicho y hecho! Con la idea muy clara de lo que quería, hice una lista de las galletas que tendría este lote, colorantes, cortadores y azúcar de colores necesarios.

Desde mi punto de vista, el orden en mis ideas y la planificación previa de una hornada, es lo más importante para conseguir un buen resultado final.

Por la noche preparé la masa de las galletas con la receta de Karen, la estiré con el rodillo regulable (¡qué contenta estoy desde que lo tengo!) y la dejé en la nevera para cortarlas al día siguiente.

Por la mañana, las corté y horneé y mientras se horneaba la última tanda hice la glasa.

Últimamente le he cogido el punto a la glasa, me sale más suave y lisa, me resulta más facil de colorear y he aprendido a darle la textura ideal tanto para el relleno como para el delineado.
Para la glasa siempre uso claras de huevo pasteurizadas y las mezclo en una proporción de 200 gr. de azúcar glass por cada clara de huevo. Para decorar esta hornada usé 3 claras y 600 gr. de azúcar glass y he de decir que aún me sobró bastante...

Teñí la glasa en 5 colores diferentes: verde, rosa pálido (que luego subió un montón, yo lo quería más pálido...), fucsia y blanco para empezar. Más tarde preparé la glasa de color negro para los trajes de novio. 
Digo más tarde, porque lo que suelo hacer es teñir la glasa en negro al final, usando para eso toda la glasa de colores sobrante. La mezclo toda, añado un poquito de colorante negro Americolor y gastando mucha menos cantidad se consigue un tono negro perfecto!

Me gusta teñir la glasa primero y después añadirle el agua para conseguir las distintas consistencias. De ese modo el delineado y el relleno de cada tono, siempre será del mismo color.

Una vez conseguidos los colores, separé la cantidad necesaria para delinear.

He prendido que para delinear, me gusta que la glasa tenga una consistencia no muy dura. En el bol que la preparo paso una cucharita por la superficie, cuento hasta 15 ó 20 y si vuelve a su posición original y se cierra la marca que he hecho, ya está lista.
Antes delineaba con la glasa tal cual salía de la batidora y era demasiado dura, no la controlaba bien y me costaba mucho más decorar las galletas. Un poco más fluída es ideal para que la glasa no se rice al salir por la boquilla, vaya donde tú le mandes y no salga de forma intermitente mientras la aplicas.

Una vez apartada la glasa del delineado, a cada color le añadí un poco de agua hasta obtener la consistencia adecuada para el relleno. Antes añadía el agua a cucharaditas, pero he descubierto que me va mejor y me gusta más añadir el agua con un spray... sí, uno de esos de pistola que rellenamos de agua en verano para pulverizarnos mientras tomamos el sol en la playa!

Usando el mismo método de pasar la cucharita por la superficie de la glasa, cuento hasta 6 ó 10.

En cuanto logro esa consistencia ya está perfecta para el relleno. Hay muchas galletas que decoro directamente sin delinear. Uso una glasa de consistencia intermedia y también funciona de maravilla, sobre todo en galletas pequeñas.

Normalmente, delineo con manga pastelera y boquilla #2 de Wilton.

Para el relleno, utilizo normalmente biberones pequeñitos y una boquilla #3 ó #4 de Wilton también.

Como estoy disfrutando de unos días de vacaciones, tenía el día entero para dedicarme a ellas y aunque antes me costaba horas y horas decorar una hornada, me he sorprendido a mí misma por la rapidez que he adquirido, y esa misma noche ya tenía todas las galletas listas!

Es una gozada lo rápido que seca la glasa cuando llega el buen tiempo y puedes aplicar las diferentes capas de decoración sin tener que esperar toda la noche.

Para decorar estas galletas, además de glasa coloreada he usado Super Gold Luster Dust para pintar los anillos en dorado y aplicar unos detallitos en la iglesia y las palomas. Era la primera vez que lo usaba y me ha gustado mucho el resultado.

También he usado por primera vez Sanding Sugar de colores en algunas galletas y les da un toque especial que también me ha convencido.

Una vez terminadas las galletas, las metí en bolsas de celofán con un lacito cada una y en esta ocasión las coloqué en una bandeja grande.

Creo que a Patricia y Héctor les va a gustar el detalle... Felicidades pareja!